Ken Blanchard, autor de El mánager al minuto, y el psicólogo especialista en la tercera edad Morton Shaevitz combinan sus impresionantes talentos y admirables ideas para explicar cómo las personas pueden utilizar los principios de arremeter nuevamente para llenarse de vitalidad en la tercera edad. Esta parábola comprensible ofrece ideas sensatas y útiles para lectores, mayores o jóvenes, que quieren sacarle más provecho a la vida. La historia puede parecer algo edulcorada por momentos, pero quizás eso sea una consecuencia inevitable del objetivo declarado: compartir ideas que puedan producir un cambio positivo en la vida de la gente, las organizaciones y la sociedad. ReadTheWay recomienda el enfoque práctico, espiritual y de fácil aplicación de los autores a quien persiga una existencia más rica y comprometida.
En el cuadragésimo quinto reencuentro de exalumnos de la Escuela Secundaria Lincoln, Larry Sparks preguntó a su esposa, Janice: “¿Quiénes son todos estos viejos?”. Ella respondió: “Estoy segura de que ellos están pesando exactamente lo mismo sobre nosotros”. Cuando se les acercó un hombre canoso, de aspecto cansado , a Larry le tomó unos segundos reconocer a Rob Briggs, el estudiante que lo había ayudado en en la secundaria. “Hola, Rob. ¿Cómo estás?”, dijo Larry.
“Ya sabes, no de maravilla, pero ¿cuál es la alternativa?”, dijo Briggs. Dos noches después, en la cena de despedida, los Sparks se cruzaron con Briggs nuevamente. Conversaron sobre su observación compartida de que muchos de sus excompañeros se comportaban como si estuvieran condenados a prisión en vez de disfrutar de la vida. “Las personas mayores no son las únicas que parecen cansadas”, dijo Briggs, quien señaló que resulta notable el hecho de que sus colegas más jóvenes a menudo también tenían la apariencia de estar agotados.
“Quiero aprovechar lo que me queda de vida, no quejarme sobre eso”, dijo Janice, una activa voluntaria, y Larry coincidió. Briggs les dijo que sacaran el tema con el hombre buenmozo que estaba parado cerca de la pista de baile. “¿Es nuestro profesor de noveno grado, el señor Jeffrey?”, preguntó Larry. Briggs contó que el profesor, ahora doctor Jeffrey, se había vuelto un conocido experto sobre cómo la tercera edad puede ser la mejor parte de la vida. Dirigía el departamento de psicología de la universidad local y enseñaba en el programa en psicología y filosofía.
“¡Arremeter nuevamente es ver cada día como una oportunidad de vivir aventuras y aprender”!
“Disculpe, señor”, dijo Larry. “Usted fue mi profesor de ciencias naturales favorito. ¿A qué se dedica ahora? ¿Está jubilado?”
“No me jubilo; ¡estoy arremetiendo nuevamente! Arremeter es vivir la vida con ganas”, dijo Jeffrey. “¡Es ver cada día como una oportunidad de vivir aventuras y aprender! Es llenar de pasión y entusiasmo todos los aspectos de la vida: el emocional, el intelectual, el físico y el espiritual”. Explicó que había dedicado los últimos 10 años a estudiar cómo las décadas finales de la vida pueden ser gratificantes y dinámicas, y ofreció brindarles asesoría. En el viaje de regreso, los Sparks hablaron sobre lo mal que les había ido a algunas personas de su edad: se veían afligidas, como si se estuvieran estancando y sus sueños se estuvieran extinguiendo. Janice se preguntó si ella y Larry quizás también estuvieran atrapados en la rutina. De vuelta en casa, Larry se enteró de que su hermano mellizo, Kevin, un hombre de negocios exitoso y motivado, había muerto de un ataque cardíaco. La muerte de Kevin conmovió a Larry. Pensó en dejar su trabajo y disfrutar la vida. Janice había solicitado recientemente el puesto de directora de una organización sin fines de lucro donde trabajaba como voluntaria. Decidieron hablar con Jeffrey sobre su filosofía de arremeter nuevamente.
“La felicidad es un trabajo de adentro hacia afuera”, les dijo Jeffrey, quien les explicó que muchas personas consideran que el éxito es la acumulación de externalidades: dinero, reconocimiento, poder y estatus. Cuando uno se define por lo que adquiere, debe comprar constantemente más y más cosas para ser feliz. Jeffrey les advirtió: “Al final, todo va a parar al cajón”.
“Hay una sensación que uno tiene cuando arremete. Es como andar a toda velocidad””.
Jeffrey aconsejó a los Sparks que se concentraran en lo trascendente en vez del éxito. Explicó que hay tres factores que generan trascendencia: la generosidad, el servicio y los vínculos afectivos. Y aconsejó a la pareja: “Asegúrense de que su vida sea emocional, intelectual, física y espiritualmente sólida… en el corazón, la mente, el cuerpo y el alma”. Cuando los cuatro factores se combinan, concluyó Jeffrey, “uno se convierte en un todo y genera una base fuerte para avanzar en la vida”.
“No queremos ser una de esas parejas que siempre hablan de lo que solían hacer, lo que solían aprender, lo que solían saber””.
El doctor Jeffrey explicó que los Sparks necesitaban recargar sus vidas emocional, intelectual, física y espiritualmente. Para empezar, les propuso que hablaran con Wendy y Harold Tong, una agradable pareja que recién se había jubilado y que tenía una idea clara sobre el aspecto emocional de la vida.
“Los sentimientos positivos son como el amor en acción”, dijo Tong. Su esposa agregó: “Hacer lo mismo de la misma manera con las mismas personas no contribuye a su salud emocional ni a la de nadie. Estén dispuestos a asumir riesgos interpersonales y a aprender de ellos”. Los Sparks pronto tuvieron una oportunidad aplicar el consejo. Briggs llamó una noche y los invitó a encontrarse con él en 20 minutos en un cine que a Larry no le agradaba, para ver una película animada, un género que no le gustaba. Siguiendo el consejo de Tong sobre la espontaneidad, los Sparks se reunieron con Briggs. Les encantó la película y la pasaron bien en una salida de último momento.
“Intentamos mantener el compromiso emocional en las relaciones con nuestra familia y amigos, así como entre nosotros””.
Los Sparks pronto organizaron la “Pandilla de Salidas Imprevistas” e incluyeron a Briggs. El plan era que todos los miembros acordaran aceptar invitaciones imprevistas a cenas, películas y reuniones. Durante los próximos meses, los Sparks arremetieron con sus vínculos realizando nuevas actividades, conectándose con sus amigos y poniéndose en contacto de buenas a primeras con viejos amigos. Celebraron que Janice tuviera un nuevo trabajo y, como parte de su vida improvisada, establecieron la regla “Nada Común y Corriente”, que reza: Compre solo aquello que sea diferente y especial, y comprométase a ser original. Buscaron nuevas experiencias, vieron espectáculos de arte contemporáneo y probaron locales nocturnos diferentes. Abandonaron lo rutinario, fácil y más conveniente, y fueron detrás de lo poco convencional, innovador y raro.
“A veces caemos en una rutina, no solo entre nosotros, también con nuestros amigos. Necesitamos ser más espontáneos””.
Para arremeter emocionalmente, diviértase, sea simpático, experimente la alegría, demuestre amor y valore la espontaneidad. Fortalezca sus vínculos con las personas importantes en su vida. Ponga en acción la regla de no aceptar nada común y corriente. Vaya adonde nunca ha ido. Dé la bienvenida a las nuevas personas en su mundo y sus rutinas.
Los Sparks le contaron a Jeffrey sobre los cambios positivos que habían realizado en su vida, pero ambos admitieron sentirse sin rumbo. Después de alejarse de su empresa, Larry sintió incertidumbre sobre su propósito en la vida. Para Janice, las tareas administrativas en su puesto como directora ejecutiva no eran estimulantes. “Aunque están creciendo emocionalmente, puede ser que tengan que hacer más”, dijo Jeffrey. Explicó que necesitaban ampliar su horizonte intelectual. “Si no continúan aprendiendo, lo mismo da que se echen y les tiren tierra encima, porque ya están mentalmente muertos”, dijo, y propuso que se encontraran con María y Alberto Álvarez, ejemplos a seguir sobre cómo arremeter intelectualmente.
“¿Qué hace por costumbre y no por tener ganas”?
“Más allá de cuál sea su ocupación o posición en la vida, pueden crear un plan: un plan de estudios… para arremeter intelectualmente”, dijo Álvarez. “Ya sea… que participen en un club de lectura, tomen clases en una universidad cercana o se sumerjan en otra cultura, mantengan sus células cerebrales estimuladas”. La señora Álvarez y algunos de sus colegas crearon la “Oficina del Futuro”, una organización que investiga nuevas tendencias sociales y tecnológicas.
“Constantemente, tengo la mirada puesta en el horizonte; así constantemente arremeto intelectualmente”, dijo ella. Inspirada por la señora Álvarez, Janice planificó aprender todo lo posible sobre cómo utilizar en su vida y su trabajo la tecnología más avanzada. “Si te portas bien”, le dijo a Larry, “te asesoraré para que entres en el siglo XXI”. Por su parte, Larry decidió escribir una historia familiar titulada Amor duradero. Para arremeter intelectualmente, aprenda, lea todo lo que pueda, búsquese mentores y conviértase en su aprendiz, pruebe nuevas ideas. No se dé por vencido cuando las cosas se pongan difíciles. Piense en lo que captaba su interés en el pasado. ¿Puede retomar esas actividades? ¿Cómo puede hacer que su vida sea más interesante? ¿Qué clases podría tomar? ¿Qué tecnología avanzada podría dominar?
Larry se enteró por su doctor que tenía diabetes tipo 2, lo que requería cambios importantes en cuanto a la dieta y la actividad física. Janice señaló que ella también quería comenzar un plan de ejercicios. Jeffrey dijo que a su edad, el mejor plan sería comenzar a caminar entre cinco y seis días por semana, de 30 a 45 minutos por día. “Si se compran un buen calzado, llevan la ropa adecuada y caminan regularmente, creo que ambos van a empezar a sentirse mejor”, dijo Jeffrey. Además del ejercicio aeróbico diario, les recomendó entrenarse en flexibilidad, equilibrio y fuerza.
“Crecer intelectualmente es como el oxígeno para un buzo de profundidad: sin él, se muere””.
Para la dieta, dijo: “Dejen de comer y beber sin pensar, y comiencen a comer y beber conscientemente”. Les aconsejó que prestaran atención a cuándo, cómo y por qué comían. Jeffrey también elogió la idea de consumir 20% menos de la cantidad de comida que ingerían normalmente: “Si comen hasta estar llenos, habrán comido demasiado, pero si comen hasta estar satisfechos y ahí paran, estarán prestando atención a lo que su cuerpo les dice”. Para arremeter físicamente, esfuércese por estar sano. Coma bien. Comience a hacer actividad física. Coma comida más nutritiva. ¿Puede identificar algún obstáculo en su camino? ¿Qué objetivos realistas puede establecer para su dieta y plan de ejercicios? ¿Puede establecer fechas específicas para cumplir con sus objetivos?
Nueve meses después de que los Sparks se encontraron con Jeffrey por primera vez, les dijo: “Estoy sorprendido por todos los cambios que han hecho. ¡Eso es vivir con entusiasmo y ponerle ganas! Son ejemplos vivientes de lo que significa arremeter nuevamente. Pensando en una dimensión más, Jeffrey sugirió que los Sparks podrían arremeter espiritualmente. Sugirió que conocieran al gerente de supermercado Bobby Bradford y a la astrónoma Cynthia Strohmeyer. “Sus diferentes puntos de vista deberían darles alguna idea sobre cuán amplio puede ser el espectro para arremeter espiritualmente”.
Los Sparks pronto supieron cuán importante había sido para Bradford su renovación espiritual. Antes de su trabajo en el supermercado, estaba amargado y permanentemente desempleado. Entonces, su empleador corrió el riesgo, lo contrató y lo asesoró activamente sobre la rabia que sentía. “Me ayudó a lograr que mi vida valiera la pena”, dijo Badford. “Me dijo que todos somos parte de un universo creado por un Dios que nos ama incondicionalmente, con nuestros defectos y todo… [Esto] fue el inicio de un viaje espiritual que transformó mi vida por completo”.
“Todos podemos transformar el mundo en un lugar mejor a través de las decisiones que tomamos minuto a minuto cuando interactuamos con personas con quienes entramos en contacto en el hogar, en el trabajo y en la comunidad””.
Strohmeyer describió una “Inteligencia Superior” que se manifiesta en todos los aspectos del universo. Contó que como estudiante de posgrado dedicada al empirismo, había sido agnóstica. “La gente que hablaba sobre el amor y los milagros de Dios me sonaba ingenua y sentimental, y hasta totalmente delirante”, dijo Strohmeyer. Pero, agregó, trabajar como astrónoma la había convencido de que en la naturaleza no hay coincidencias al azar y que seguramente debía existir un “Poder Superior”. Para arremeter espiritualmente, adopte una perspectiva amplia. Sea agradecido por lo que tiene. Comprenda que controlar todo es imposible de lograr y que el mundo no gira alrededor suyo. Analice su historia. ¿Cuáles son las experiencias de vida que cristalizaron sus creencias? ¿Cómo puede alcanzar la serenidad? ¿Puede hablar sobre espiritualidad con alguien en quien confía?
Si quiere aceptar el desafío de arremeter nuevamente, comience por pensar en tres medidas que puede tomar para rehacer su vida, y luego lleve a cabo una de ellas. Arremeter no es un acto único; es una forma absorbente de vida. Si no lo encara como un programa holístico, sus malos hábitos volverán, incluyendo los pensamientos negativos, el estancamiento mental, comer en exceso, perder la espiritualidad, es decir, la vida completa de un vago. No vuelva a caer en esa trampa.
“Creo que finalmente nos convertimos en adultos cuando nos damos cuenta de que estamos aquí para servir, no para que nos sirvan. Estamos aquí para dar, no para recibir””.
Sostenga y aumente el nuevo entusiasmo que ha encontrado. Viva todo con ganas. Continúe arremetiendo siempre, cuando se sienta bien y, lo que es más importante, cuando se sienta mal. Esté preparado para los reveses inevitables, pero continúe hacia adelante. Conviértase en un defensor de arremeter. Energice a las personas a su alrededor. Arremeter funciona para cualquiera, más allá de la edad o las circunstancias. Enseñe con generosidad a los demás la filosofía de arremeter, para que los demás puedan arremeter también.
Ken Blanchard, cofundador de The Ken Blanchard Companies, es autor y coautor de libros motivacionales que han vendido, en conjunto, más de 20 millones de copias. Morton Shaevitz es profesor clínico asociado de psiquiatría en la Universidad de California, San Diego.