Las siete habilidades para el futuro (y el presente)

Adaptabilidad, pensamiento crítico, empatía, integridad, optimismo, proactividad y resiliencia

Las siete habilidades para el futuro (y el presente)

Adaptabilidad, pensamiento crítico, empatía, integridad, optimismo, proactividad y resiliencia

El mundo moderno presenta múltiples desafíos a nivel individual y colectivo. Para superarlos, es imprescindible que cada persona desarrolle su inteligencia emocional y adquiera las competencias necesarias para enfrentarlos. En este útil manual, la experta en enseñanza experimental Emma Sue Prince le enseñará cómo desarrollar su adaptabilidad, su pensamiento crítico, su empatía, su integridad, su optimismo, su proactividad y su resiliencia para mejorar su vida. Mediante reflexiones, ejemplos y ejercicios, el manual lo ayudará a conocerse a sí mismo y a vivir una vida más plena y feliz.

En los últimos años el mundo ha cambiado radicalmente y presenta múltiples desafíos.

La velocidad de los cambios y la complejidad del mundo moderno no tienen precedentes. El entorno actual es mucho más competitivo y se transforma día a día, lo que presenta desafíos y oportunidades tanto a nivel colectivo como individual. Por fortuna, cada persona tiene el poder de enfrentar la incertidumbre haciéndose responsable de su propia vida y sin culpar a otros. Hay seis factores claves de los cambios modernos:

• La tecnología – Genera una saturación de información y da más libertad en un mundo siempre conectado.
• El lugar de trabajo – Las estructuras laborales se transforman mientras se pierden la seguridad y la estabilidad laboral.
• La globalización – La competencia se vuelve internacional. Occidente pierde su poderío frente a otros países.
• Los cambios demográficos – Aumenta la población mundial y se prolonga la vida laboral. Al mismo tiempo la población envejece en numerosos países.
• La salud – Se enfrentan enormes retos para mejorar la salud a nivel mundial.
• La educación – Las exigencias educativas aumentan, sin embargo, muchos jóvenes sufren enormes carencias en su formación.

En este contexto, la adaptabilidad, el pensamiento crítico, la empatía, la integridad, el optimismo, la proactividad y la resiliencia son habilidades fundamentales que las personas deben desarrollar. Hace veinte años empezó a reconocerse la importancia fundamental de estas competencias.

“Para mí estas habilidades son competencias personales muy significativas que nos ayudan a todos y a cada uno de nosotros a enfrentarnos mejor a los cambios y los desafíos extraordinarios, y que sacan el mejor partido de las oportunidades venideras y de las que ya están presentes en nuestra vida”.

La adaptabilidad es la capacidad de cambiar para desempeñarse en circunstancias nuevas.

Aunque es normal resistirse al cambio, las personas deben adaptarse constantemente a nuevos entornos a lo largo de su vida. Esto exige agilidad, así como asumir riesgos. La adaptabilidad les permite enfrentar mejor la incertidumbre y mejorar su trabajo en equipo. Desafortunadamente, las personas suelen ser menos adaptables de lo que piensan. Existen siete pasos para desarrollar la adaptabilidad:

1. Seguir al pie de la letra lo que se tenga que hacer – Adaptarse no significa saltar de una tarea a otra. Hay que comprometerse con las tareas del presente.
2. Mostrar disponibilidad para aprender – Hay que intentar probar cosas distintas.
3. Improvisar – Debes ser espontáneo y no tener miedo de cambiar tu rutina ante una oportunidad.
4. Ejercitar los músculos – Hacer ejercicio y buscar ser más flexible mental y emocionalmente es imprescindible.
5. Adoptar una actitud positiva ante el cambio – Es necesario procurar reaccionar con entusiasmo ante los cambios de la vida.
6. Ser creativo al buscar soluciones – Ante un problema, se debe hacer una lista de todas las soluciones posibles.
7. Adoptar la actitud del superviviente – No hay que concebirse a sí mismo como víctima.

«La neurociencia afirma que algunas personas podrían tener mayor adaptabilidad que otras, y además también sugiere que podemos entrenar el cerebro a cualquier edad».

El pensamiento crítico implica evaluar la información que recibe y los problemas que enfrenta.

Solucionar problemas complejos y ser creativos requiere un pensamiento crítico. Para ello, hay que mantener la mente abierta, mirar las cosas con atención y razonar al respecto. Hay seis pasos para desarrollar el pensamiento crítico:

1. Cuestionar lo que se da por sentado – Hay que cuestionar los supuestos y las creencias personales que pueden limitar el concepto de uno mismo.
2. Adoptar distintos puntos de vista – Se debe mirar las cosas desde distintos ángulos con independencia.
3. Ejercitar la creatividad – Implica buscar oportunidades en los obstáculos.
4. Reservar un tiempo para reflexionar – Solo así se pueden tomar mejores decisiones.
5. No tomárselo todo al pie de la letra – Hay que evitar basarse en primeras impresiones y en simples corazonadas.
6. Desarrollar sus habilidades – Leer, escribir, compartir sus opiniones y participar en debates ayuda a lograrlo.

«La emoción y el pensamiento impulsivo son subjetivos, y todos tendemos a actuar así».

La empatía consiste en comprender los sentimientos y pensamientos de los demás, poniéndose en su lugar.

Es una habilidad esencial para mejorar las relaciones interpersonales y para respetar a los demás. Estos son los siete pasos para aumentar su empatía:

1. Piense en alguna situación en la que demostró empatía – Implica identificar qué ocurrió y cómo se sintió.
2. Piense en las últimas discusiones que tuvo y en lo que sucedió – Las personas suelen ser menos empáticas con sus seres queridos.
3. Entable una conversación y escuche de verdad – Conlleva hacer preguntas abiertas y demostrar su interés hacia el otro.
4. Vaya más despacio – En este sentido, la práctica del mindfulness es muy útil.
5. Interprete de manera correcta los rostros y el lenguaje corporal – Debe entrenarse para percibir las señales no verbales.
6. Reflexione sobre los resultados – Es necesario poner énfasis en los medios para alcanzar dichos resultados.
7. Empiece a cultivar la «generosidad social» – Motivar a las personas y brindarles una retroalimentación satisfactoria aumenta su empatía.

«La meditación basada en mindfulness está en auge y nos ofrece ventajas que van desde la productividad y la eficacia hasta la felicidad, el bienestar y el alivio de la depresión».

La integridad es la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

Esta competencia surge de la honestidad y la firmeza de carácter. Cuando hay integridad y apego a los valores, se genera confianza. Estos son siete pasos esenciales para alcanzar la integridad:

1. Empiece por dilucidar cuáles son sus valores – Para definirlos, puede pensar en sus modelos de comportamiento y en lo que estos tienen en común.
2. Sea responsable – Especialmente en los momentos difíciles. Cumplir siempre su palabra es primordial.
3. Si tiene que decepcionar a alguien, hágalo con integridad – Implicar al otro en la solución alternativa es una manera de lograrlo.
4. Rinda cuentas personalmente – Significa dar la cara y brindar explicaciones honestas.
5. Empiece consigo mismo – Hay que ser honesto y no mentirse a sí mismo.
6. Sea confiable – Sea predecible, honrado y cumpla lo que ofrece.
7. Gestione las expectativas – Establecer acuerdos y dejar las cosas bien claras forja su integridad.

«Los principios nos proporcionan anclaje y una sensación de equilibrio interior, y los valores nos ayudan a desarrollar nuestro potencial y nuestro carácter».

El optimismo consiste en vivir aceptando lo bueno y reformulando lo malo.

La gente optimista es más sana, tiene más éxito y vive más. El optimismo es un estilo de pensamiento que se puede aprender. Mantener una actitud positiva a pesar de las circunstancias es esencial para ser feliz e inspirar a los demás. Estos son los siete pasos hacia el optimismo:

1. Asuma su negatividad – Al igual que las experiencias positivas, las negativas son importantes para la vida. En muchas ocasiones, las expectativas negativas son inevitables.
2. Reformule la felicidad – La felicidad debe encontrarse en el presente a través de relaciones afectuosas y una buena salud.
3. Anote su manera de interpretar algo en concreto – Hay que ser consciente de los criterios intrínsecos con los que interpreta su realidad.
4. Desarrolle su fortaleza interior – A fin de cuentas, su felicidad depende de sus acciones personales y no de los libros que lea.
5. Sea realista y crítico – Ver todo color de rosa es agotador y genera falsas expectativas.
6. Encuentre maneras de aliviar la ansiedad y la preocupación – Debe relajarse con un poco de actividad física y desconectarse antes de ir a la cama para dormir.
7. Reserve un tiempo para la gratitud – Es esencial sentirse agradecido y orgulloso por sus logros diarios.

«El optimismo también se relaciona con la manera en que pensamos en el pasado y, en concreto, en el modo en que interpretamos lo que ha originado todo lo negativo».

La proactividad es la capacidad de responder eficazmente a las circunstancias con un pensamiento activo.

Aquí está el texto corregido:

Esta competencia le permite empezar de nuevo y reinventarse a lo largo de la vida. Implica tener la concentración necesaria para elegir ante los problemas en lugar de solo reaccionar. Ser proactivo también significa enfocarse en lo que puede controlar y no desgastarse con lo que escapa a su control. Existen siete pasos para ser una persona proactiva:

1. Cuide su lenguaje – Significa prestar atención a lo que dice de sí mismo y reprogramar las frases que lo limitan.
2. Comprométase a ser proactivo – Debe recordar que el lapso que separa el estímulo de la respuesta es muy breve. Usted tiene que elegir bien su respuesta.
3. Procure el balance – Analizar bien todas las posibilidades ante lo que le sucede día a día mejora la proactividad.
4. Aprenda algo nuevo – Conlleva aprender e intentar lo que nunca ha hecho y siempre ha deseado.
5. Invierta algo para implicarse en su comunidad – Esto puede darle mucha satisfacción y plenitud.
6. Sea lo que sea, empiece – Es necesario definir su objetivo y dirigirse hacia él.
7. Inspire a los demás – Debe ser un modelo para los demás en lugar de alguien que hace juicios de valor y evita las murmuraciones.

“Ser extrovertido no necesariamente significa que eres proactivo; y ser introvertido no necesariamente significa que no eres proactivo”.

La resiliencia es la capacidad de recuperarse de los reveses y los acontecimientos negativos.

Esta habilidad es necesaria para superar la frustración, manejar el estrés y gestionar la tensión. Las personas resilientes tienen mayor estabilidad emocional y se orientan más eficientemente hacia sus objetivos. Aunque algunas personas son más resilientes por naturaleza que otras, usted puede seguir estos siete pasos para desarrollar su resiliencia:

1. Gane perspectiva – Significa aprender de las experiencias y aportar lo mejor que pueda en cada situación.
2. Aprenda a manejar bien el estrés – Debe ser consciente de las situaciones especialmente estresantes para usted.
3. Conozca sus fortalezas; confíe y úselas – Cada persona debe descubrir qué es aquello que se le da bien.
4. Intente que la proactividad entre en su vida – Adelantarse a las adversidades, pedir ayuda y probar soluciones distintas de las habituales lo hará más resiliente.
5. Cuide de sí mismo – Tiene que buscar el equilibrio mental y físico.
6. Gestione el conflicto – Este surge cuando dos personas ven las cosas de manera distinta.
7. Asuma más riesgos – No debe tener miedo de cometer errores. El miedo genera parálisis.

“Nunca temas cambiar lo bueno por lo mejor”.

Cultivar estas habilidades emocionales aumenta su satisfacción y su felicidad.

Usted debe atreverse a practicarlas para tomar el control de su vida y ser más feliz. Además, le permitirán encontrar su verdadera vocación y disfrutar de su trabajo. Usted puede evolucionar hasta convertirse en la mejor versión de sí mismo y vivir una vida llena de significado, propósito y plenitud.
La autoconciencia es fundamental para desarrollar su inteligencia emocional. Debe comprender quién es usted realmente, por qué piensa de la manera en que lo hace y cómo tiende a responder a los cambios y las dificultades, así como a las sorpresas y las oportunidades.

Conclusiones y lecciones aprendidas

• En los últimos años el mundo ha cambiado radicalmente y presenta múltiples desafíos.
• La adaptabilidad es la capacidad de cambiar para desempeñarse en circunstancias nuevas.
• El pensamiento crítico implica evaluar la información que recibe y los problemas que enfrenta.
• La empatía consiste en comprender los sentimientos y pensamientos de los demás, poniéndose en su lugar.
• La integridad es la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.
• El optimismo consiste en vivir aceptando lo bueno y reformulando lo malo.
• La proactividad es la capacidad de responder eficazmente a las circunstancias con un pensamiento activo.
• La resiliencia es la capacidad de recuperarse de los reveses y los acontecimientos negativos.
• Cultivar sus habilidades emocionales aumenta su satisfacción y su felicidad.

Sobre el autor/a o autores

Emma Sue Prince es experta en aprendizaje experimental. Ha impartido cursos en distintos países. Actualmente dirige el sitio Unimenta, una plataforma especializada en la enseñanza de habilidades emocionales.